Para cambiar el mundo, hay que cambiar la forma de nacer. Michel Odent
En mi segunda formación de Rebirthing, en los días que profundizábamos en el guión natal vimos el documental Birth as we know it, un conmovedor y fascinante reportaje acerca del parto y nacimiento respetados, en el que la madre toma el poder de su parto y el bebé llega al ritmo y modo que el elige sin intervención. Para mi fue revelador ver este documental, no podía parar de llorar y ese día fue creciendo y tomando fuerza la decisión que quería hacer más y más ciclos y sesiones de Rebirthing a mujeres en proceso de maternidad, bien fuese mujeres embarazadas con tal de ayudarlas a empoderarse en su parto y sanar memorias limitantes de su guión natal que pudiesen estar interfiriendo en el proceso de gestación como acompañar a mujeres que intentan quedarse embarazadas y no pueden y también a mujeres que han experimentado abortos y necesitan integrar ese duelo y perdida en su corazón. Lo sentí ese día como algo que quería hacer en servicio a las mujeres y a la necesidad de dignificar lo femenino.
Desde entonces así está siendo y es algo que agradezco enormemente. Cuando me llama una mujer para pedir hora por motivos de maternidad me siento bendecida y honrada.
Cuando una mujer embarazada acude a mi la consulta, ella, yo, el bebé… todo alrededor se nutre de ese estado de gracia que transita la mujer cuando se pone conciencia en ello. Es precioso hacer una sesión de Rebirthing a una mujer que está gestando, ver como ella y el bebé entran en una danza amorosa los dos juntos, como desde la suavidad y el cariño pueden transformarse y liberarse aquellas creencias limitantes y dolorosas que hay en el guión natal de la madre y así se deja espacio a una nueva realidad, más llena de conciencia, en la que el parto no tan solo es respetado, sino que la mujer y el bebé son los que deciden.
Hace pocas semanas acudió a consulta una mujer de 40 semanas a la que le habían programado el parto para pocos días después. Gracias a una sesión de respiración conseguimos que se pusiera de parto de forma natural y aunque no fue su parto soñado (tal y como ella lo describió) si que se sintió soberana y participe en todo momento, su hija nació en un entorno respetuoso. Con ella solo pudimos hacer esa única sesión y aunque lo ideal es hacer un ciclo entero de 10 sesiones a lo largo del embarazo algo es algo!
Las mujeres que completan un ciclo a lo largo del proceso de gestación tienen un espacio amoroso para ellas y el bebé, en el que ambos de forma cariñosa van limpiando obstáculos que haya en el camino.
Para las mujeres que no consiguen quedarse embarazadas o bien han pasado por uno o más abortos las sesiones de Rebirthing permiten llegar a ver lo que está interfiriendo en el guión natal o en cualquier otro aspecto de su vida. A los abortos muchas veces no se les da el espacio que tienen, el duelo no se hace y ese dolor deja una huella en el cuerpo de la mujer. Reconocer a ese hijo no nacido y integrarlo con amor libera a la mujer y a todas las de su linaje que pasaron por la misma experiencia.
Para las mujeres la maternidad realmente es una puerta de crecimiento, puede abrirse con hijos físicos o con creaciones gestadas y paridas también en nuestros úteros, lo que si tengo la convicción en todo caso es que para crear un mundo mejor donde la base es el amor debemos tomar las riendas, tener el corazón abierto y despertar esa conciencia mamífera que SI sabe parir, más allá de los miedos y los condicionamientos. Un parto puede ser un hermoso y único rito de paso, no te lo pierdas!